Beniatjar

 

 

Beniatjar se encuentra en la falda valenciana del monte Benicadell, cumbre más alta de la sierra que separa las provincias de Valencia y Alicante. Ya a media altura de su ladera vamos encontrando los típicos bancales escalonados, forma tradicional del cultivo árabe, donde podemos contemplar desde olivos centenarios en olivares de los que los beniatjarenses o beniatjeros extraen el excelente aceite que elaboran en su almazara hasta hermosos campos de frutales, todo ello conformando la riqueza fundamental del municipio.
 

Patrimonio natural importantísimo de Beniatjar es el Paraje Protegido L’Ombría del Benicadell, que, con sus pinares y sendas que por él transcurren ofrece un magnífico lugar para el paseo y el senderismo con vistas panorámicas sobre la Vall d’Albaida y en el que podemos disfrutar de la vegetación mediterránea que nos ofrece sus aromas a romero, tomillo o jaras, sin olvidar la variada fauna que lo puebla.

En tiempos de la Edad del Bronce ya la zona de Beniatjar fue habitada.

Hoy pueden visitarse los abrigos con pinturas en la cercana zona entre el pueblo y los restos del Castell de La Carbonera.

 

Históricamente y aunque se han encontrado restos de la cultura del Bronce, el origen de Beniatjar es una alquería musulmana, que fue conquistada por Jaime I y concedida a Paz de Tarazona el 1258. De población morisca, contaba el año de la expulsión (1609) con cien familias. Erigida en baronía, perteneció primero al ducado de Villahermosa y después al marquesado de Milán. Conjuntamente con Otos , formó una vicaría de moriscos que dependió eclesiásticamente de Ráfol de Salem hasta el año 1535; no obstante, no será hasta 1574 cuando se convierta en parroquia independiente.

Te invitamos a descubrir estas y otras posibilidades que te ofrecen unos días en un lugar privilegiado de la Comunidad Valenciana, muy distinto del estereotipo playero aunque a una pequeña distancia de la playa y de importantes ciudades cargadas de historia.